Si colegio y familia no se llevan bien, el niño llega a ser un dictador
El pedagogo Senador Pallero imparte en Huesca un curso de comunicación para docentes
DIARIO DEL ALTO ARAGÓN 28/11/08
HUESCA.- `Siempre he desconfiado de los que saben tanto que no son capaces de explicarse. Me fío mucho más de los que sabiendo poco lo transmiten con la pasión que requiere el hecho educativo. Sin pasión muy difícilmente hay comunicación`. Salvador Pallero dice esto con conocimiento de causa, avalado por una larga experiencia docente. El pedagogo y orientador educativo imparte esta semana un curso de comprensión lingüística en el Centro de Profesores y Recursos de Huesca. `Oír para entender`, `Leer para comprender` y `Comunicar lo que sabemos` son los tres módulos de un programa que trata de mejorar estas competencias en profesores de Infantil, Primaria y primer ciclo de Secundaria. `Para un educador, la competencia para comunicar de modo sosegado y tranquilo lo que sabe es primordial`, aseguró ayer a este periódico.
Los que asisten a sus cursos dominan la materia que imparten, pero a veces carecen de estrategias para comunicarse. `Hoy hay un problema de incomunicabilidad, no sólo con los demás, sino con nosotros. Aquí tratamos de hacernos conscientes de la capacidad que tienen de poner lo que saben al alcance de sus alumnos, para que aprendan mejor y en menos tiempo`.
Los problemas de la comunicación se extienden a todos los campos de la vida. `Muchas veces falta capacidad de expresar lo que sentimos y compartirlo con los demás para llegar a acuerdos. En el mundo contemporáneo hay imposiciones, pero es muy difícil llegar a respuestas consensuadas`, señaló.
Pallero enseña estrategias que pretenden ser preventivas y ayudar a enfrentarse a situaciones difíciles, para evitar la depresión, el estrés o la distancia con respecto al alumno o los padres. El pedagogo matiza la creencia de que los docentes están `quemados`. `Un ochenta por ciento de profesores han dicho hace poco que están contentos con la labor que realizan. No hay desmotivación, hay probablemente desmotivación en la comunicación y la aceptación del papel de educador`.
Lo que sí considera preocupante es el conflicto entre la familia y el colegio. `Tenemos muy buenas intenciones, pero hasta ahora no nos entendemos. Queremos lo mejor para nuestros hijos y para los educandos, sin embargo somos incapaces de tener la calma necesaria para ponernos de acuerdo`, lamentó. Echando la vista atrás, añoró `el glorioso momento en que los padres y el colegio participaban y trabajaban en común, y cuando tú llamabas la atención a un hijo, procuraban no decirlo en casa porque el padre les castigaba`. Frente a la confianza de antaño, Pallero ve `una especie de recelo`, en los padres actuales. `Yo hablo algunas veces de celos de los padres porque los hijos están más tiempo con los profesores que con ellos`. La falta de acuerdo genera conflictos. `Si superamos las deficiencias y volvemos a un apoyo real de padres y colegio el hijo nunca sacaría ventajas del enfrentamiento. Si ambos no se llevan bien, el niño, que todavía no tiene el dominio necesario, puede llegar a ser un dictador, tanto en la casa como en el colegio`
S.C.