«Sois unos desertores de la tiza»
El aumento del voto protesta fue el gran protagonista de las elecciones a la enseñanza.
"Sois unos desertores de la tiza". El mensaje llegó a la urna como único integrante de un folio en blanco. Ni rastro de papeleta. No fue el único. De hecho, los sindicatos de la enseñanza que participaron en las elecciones que se celebraron en Zaragoza y Huesca la pasada semana, detectaron un "notable aumento" de votos nulos procedentes de profesores que protestaban contra la labor, actitud o función de los sindicatos a lo largo de los últimos meses.
FOTO: JAIME GALINDO.
No hubo una sola víctima. De hecho, los insultos y protestas se destinaban a todos los colectivos. Eran gritos de tinta que llamaban "sinvergüenzas", "vagos" o "caraduras" a las formaciones que aspiraban a lograr representación en las Juntas provinciales a la espera de que Teruel decida, el próximo día 16, la composición de la mesa sectorial.
Los mensajes no son nuevos y suelen repetirse en cada proceso, aunque, en esta ocasión, su presencia fue mucho más numerosa. En algunas mesas, incluso, se superó la decena de este tipo de votos, que computan como nulos y que en años anteriores apenas aparecían de forma esporádica en algún centro. En esta ocasión, se multiplicó la indiferencia hacia los sindicatos y la cantidad de papeletas inválidas que llegaron hasta la mesa electoral central.
En otras ocasiones, el mensaje sobrepasaba las dos o tres palabras para exponer un escrito en toda regla. "Solo os preocupáis de vosotros mismos".comenzaba uno de ellos, que acusaba a los liberados de no dar clase "porque no os gusta".
Ese aumento de votos nulos se añade al espectacular incremento de las papeletas en blanco y de las abstenciones. Ese voto protesta también fue el triunfador de la jornada, ya que se registraron casi 500 papeletas en blanco y 125 nulos, lo que provoca que, sumadas esas dos opciones, superaran a varios de los sindicatos que se presentaban a los comicios, en los que volvió a imponerse CSIF.
El descontento de los docentes también se hizo notar en la participación, que fue inferior a la habitual. El 59,6% registrado en la jornada quedó lejos del 65% de hace cuatro años y que suponía la media habitual en este tipo de elecciones. Muchos no votaron, pero otros que sí lo hicieron, recurrieron al insulto o la desconsideración para mostrar su desagrado.