Solo uno de cada 20 alumnos discapacitados de ESO hace Bachillerato o FP
La relación entre el número de alumnos con discapacidad matriculados en la Educación Secundaria Obligatoria y los que cursan enseñanzas postobligatorias de Bachillerato y FP es de veinte a uno.
En el curso 2006-2007, 33.609 alumnos discapacitados estudiaban alguno de los cuatro cursos de Educación Secundaria Obligatoria y 1.690 estaban matriculados en enseñanzas postobligatorias (Bachillerato o Formación Profesional), según un informe del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte elaborado con motivo de la celebración, mañana, del Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down.
El 81,3 por ciento de los alumnos no universitarios con discapacidad psíquica estudiaban en centros educativos ordinarios, según el documento, presentado hoy al Consejo de Ministros.
‘La educación inclusiva es una realidad en niveles obligatorios de enseñanza, pero las cifras del alumnado que realiza estudios postobligatorios son mucho menos positivas’, reconoce el Ministerio.
En 2006-2007 cursaban enseñanzas no universitarias 133.664 personas con alguna discapacidad, lo que supone un 2,1 por 100 del total del alumnado.
El grupo más numeroso era el de personas con alguna discapacidad psíquica (74.275, es decir el 56 por ciento), seguido de los que tienen trastornos graves de la personalidad/conducta/comportamiento o trastornos generalizados del desarrollo (27.809, el 21 por ciento).
Con el objetivo de extender la educación inclusiva más allá de la educación obligatoria, el Ministerio está elaborando un Plan de Reactivación de la Inclusión del Alumnado con Necesidades Especiales.
El informe señala que, entre 2004 y 2008, la contratación de personas con discapacidad se incrementó en un 25 por ciento en España, y el número de discapacitados que accedió a un empleo público en la Administración General del Estado creció más de un 75 por ciento.
Por primera vez en España, la oferta de empleo público de 2009 reservará un 2 por ciento a las personas con discapacidad intelectual, que se suma al cupo general del 5 por ciento para personas con discapacidad puesto en marcha en la pasada legislatura.
En una declaración, el Gobierno resalta que para que todos los niños con síndrome de Down tengan las mismas oportunidades se debe aceptar que todos son diferentes, que cada uno es un caso único y especial, con unas necesidades singulares.
‘Por eso, el sistema escolar debe adaptarse a las necesidades de cada uno, a sus capacidades y a sus intereses para poder desarrollar al máximo el potencial de todos’ e incrementar la formación de estas personas es vital para conseguir su plena integración laboral.
‘Aún queda un largo camino -admite el Gobierno- por recorrer para aumentar las tasas de actividad y de ocupación, mejorar la calidad del empleo, dignificar las condiciones de trabajo y combatir activamente la discriminación laboral’.-