Los alumnos de Secundaria deberán aprender diálogo y negociación
La reforma pretende que los alumnos reconozcan la igualdad de derechos y sepan resolver conflictos
Los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) deberán dominar al finalizar la etapa diferentes competencias básicas que, entre otras habilidades, implican la práctica del diálogo y de la negociación para llegar a acuerdos como forma de resolver los conflictos, tanto en el ámbito personal como en el social. Así se establece en el decreto de enseñanzas mínimas o de contenidos obligatorios para todas las comunidades autónomas que ayer entró en vigor.
La adquisición de los hábitos de diálogo y negociación aparece en el texto con insistencia. Así, la competencia social y ciudadana incluye entre sus habilidades la valoración de las diferencias a la vez que el reconocimiento de la igualdad de derechos entre los diferentes colectivos, en particular entre hombres y mujeres y la ya mencionada práctica del diálogo y de la negociación para gestionar y resolver conflictos.
La normativa que desarrolla la Ley Orgánica de Educación (LOE) incorpora al currículo tanto de Primaria como de Secundaria las denominadas «competencias básicas» que permiten poner el acento en aprendizajes considerados imprescindibles que preparan al alumno para lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida.
De acuerdo con las recomendaciones de la Unión Europea (UE), se identifican ocho competencias básicas: en comunicación lingüística, matemática, en el conocimiento y la interacción del mundo físico, social y ciudadana, cultural y artística, para aprender a aprender y en autonomía e iniciativa personal. En cada materia se incluyen referencias explícitas sobre su contribución a aquellas competencias básicas a las que se orienta en mayor medida.
Entre las materias con más referencias explícitas al diálogo y la negociación aparece la recién creada Educación para la Ciudadanía que, en esta etapa, se configura como Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos y Educación ética cívica. La primera se impartirá en uno de los tres primeros cursos de la etapa y la segunda, en el último (4º). La carga mínima horaria es de 35 horas (una por semana) pero las comunidades autónomas pueden ampliarla.