profesores – convivencia – autoridad – estatuto docente

PÚBLICO – MARTA HUALDE – Madrid – 02/10/2008
Los sindicatos piden que padres y alumnos valoren el papel de los maestros para mejorar la enseñanza.
Infravalorados por la sociedad. Los docentes, un colectivo en continuo crecimiento, se sienten incomprendidos. Por ello, los enseñantes, que este curso 2008-2009 ascienden a 659.590 en los centros educativos españoles, reivindican a políticos, padres, agentes sociales y medios de comunicación un «esfuerzo» por reconocer la importancia de su tarea diaria. Es una de sus demandas de cara al Día Mundial de los Docentes, que se celebra el domingo bajo el lema Los docentes sí cuentan.
La raíz de esta queja se ha hecho más profunda en los últimos 30 años, durante los que la consideración social de esta profesión ha caído «paulatinamente», según diagnostica el portavoz del sindicato de profesores STEs, Augusto Serrano. «Ahora, el estatus de los alumnos en casa es más alto que el de los docentes», se queja. No quieren el autoritarismo de la dictadura, sino un respeto a su labor y una «autoridad magistral», como expone el presidente del sindicato ANPE, Nicolás Fernández. Es decir, que no se cuestione cómo imparten los contenidos académicos.
Obstáculos a la convivencia
¿A quién lanzan la llamada de socorro? Primero, a las familias. Según el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar, el 77% de los docentes ve en la falta de implicación de los padres uno de los obstáculos para la convivencia escolar. «La predisposición de las familias hacia el docente que vea el alumno tiene una repercusión inmediata en él», asegura Fernández. A su juicio, las deficiencias educativas y de comportamiento se corrigen cuando los padres se preocupan por la educación.
Además del apoyo de los progenitores, creen fundamental un respaldo de la Administración, por ejemplo, ante problemas de violencia escolar. Incluso, cuando algún padre agrede a un docente. Ni siquera entonces tienen estatus de autoridad. El Código Penal recoge como atentado las agresiones a los funcionarios públicos en el desempeño de su función. Pero en la práctica, las que se cometen contra los profesores se consideran falta, denuncia el presidente de ANPE. Aun así, se congratula de que algunas fiscalías hayan ordenado tipificarlas como atentado a la autoridad.
El propio colectivo toma sus precauciones. El sindicato ANPE lanzó en noviembre de 2005 el ‘Defensor del Profesor’, un servicio de atención telefónica con asesoramiento gratuito. De las 6.000 llamadas recibidas, más del 70% son consultas sobre problemas de indisciplina en el centro; el 20% son peticiones de ayuda por insultos de alumnos y el 5% por agresiones físicas.
Regular la carrera docente
Para recobrar la dignificación de su labor, los representantes sindicales también reclaman una regulación de su carrera profesional. Esta exigencia histórica echó a andar hace dos años, con la negociación del Estatuto de la Función Pública Docente, pero todavía sigue dando vueltas. «Queremos que el Ministerio lo cierre», pide el secretario de Enseñanza de CCOO, José Campos. No se trata solo de aumentar los salarios, sino de mejorar las condiciones laborales para motivarles. Entre las peticiones, UGT habla de aulas adecuadas a la diversidad del alumnado, recursos pedagógicos suficientes para una docencia innovadora y medidas para un ambiente saludable.
Nuevo concepto de autoridad
Los llamados al orden ofrecen sus explicaciones. El presidente de la Confederación Estatal de Asociaciones de Padres de Alumnos, Pedro Rascón, ofreció al colectivo docente «todo el apoyo de esta organización», pero cree que no se da prestigio a su labor a golpe de legislación, sino que se la tienen que ganar ellos mismos. Además, lamenta que los profesores no siempre han adaptado su forma de dar clase a los nuevos tiempos. «Se mantienen fórmulas de tiza y pizarra», dice.
Fuentes del Ministerio de Educación aseguran que la carrera profesional que se diseñará en el futuro estatuto servirá de «acicate» para los profesores y que recuperarán la autoridad con medidas de la Ley Orgánica de Educación, como formación en las nuevas realidades sociales, mayores salarios y profesores de ayuda. En todo caso, abogan por superar el concepto antiguo de autoridad. Los docentes insisten en que su dignificación es la «asignatura pendiente».
Negociación del Estatuto Docente en octubre
Entre las novedades del futuro estatuto, se negocia una regulación de la carrera docente para fomentar la movilidad entre los centros y entre niveles (de maestro de Primaria a profesor de Secundaria). Los sindicatos y el Ministerio de Educación han conseguido un «acercamiento» en el modelo de desarrollo profesional, por acreditación de méritos o proyectos, independientemente de la antigüedad, y no por evaluación. Entre los problemas que encallan que el Estatuto haya visto la luz, está la financiación. CCOO dice que las cifras de las que se hablan en la negociación son «insuficientes».
La última reunión entre los sindicatos y Educación se celebró en julio. En ella se acordó que los representantes del profesorado enviaran sus propuestas finales en septiembre para una próxima negociación en octubre. El Ministerio espera que el Estatuto Docente esté aprobado en la primera mitad de esta legislatura. Durante el próximo año y medio, continuarán las negociaciones con los sectores, su tramitación parlamentaria y su aprobación final para puesta en marcha.