REFORMA DE LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD.

La nueva selectividad tendrá una parte voluntaria para subir nota
Incluirá exámenes sobre una o dos materias orientadas a la carrera elegida. El test oral de inglés, obligatorio para todos, se exigirá a partir del 2012.
ANTONIO M. YAGÜE. PERIÓDICIO DE ARAGÓN
La revolución que ha desatado la convergencia europea en la educación superior española también ha alcanzado la puerta de entrada de los estudiantes a la universidad. Los ministerios de Educación y Ciencia presentaron ayer a las autonomías y a las universidades una reforma de la selectividad con unos ejercicios voluntarios que permitirán subir nota y que versarán sobre asignaturas específicas y orientadas a los futuros estudios, que serán fijadas por los centros universitarios. El objetivo de estas pruebas, que comenzarán a aplicarse en junio del 2010, es incentivar el esfuerzo y los conocimientos vinculados a la vocación profesional.
ASIGNATURAS RELEVANTES
El proyecto de decreto mantiene una estructura similar a la de la selectividad actual, vigente con ligeros retoques desde 1991, y mantiene la ponderación de la media del bachillerato (60%) en la calificación final. El otro 40% se calculará con la nota de la fase general de selectividad, también muy parecida a la actual, o con la específica y optativa obtenida en el examen de una o dos materias relevantes, diferentes a las examinadas, y a las que se conceden especial valor para un determinado título.
Por ejemplo, dibujo técnico en Arquitectura, anatomía aplicada en Medicina y matemáticas en Ciencias Físicas. Estas materias deberán estar definidas para el próximo curso. Según la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, esta novedad permitirá el reciclaje a lo largo de la vida, que la opción de bachillerato no condicione para siempre al alumno y más posibilidades de elección. También, que los estudiantes puedan mejorar sus resultados, sin jugarse el futuro en una sola prueba y superar un bachillerato con una nota media discreta, lastrada por materias menos atractivas.
Con esta parte voluntaria, cuya validez caducará a los dos años y que los alumnos podrán realizar cuantas veces quieran, los aspirantes a ingresar a una facultad podrían obtener hasta un máximo de cuatro puntos (dos por cada materia relevante). Así, un alumno que aprobase la selectividad general con un 5, nota mínima exigida, y que obtuviese un 10 en cada materia relevante de carrera, lograría una calificación final de un 9. «Es poco probable, pero no imposible», admitió Felipe Petriz, director general de Universidades.
Otro ejemplo. Algunas veces se ha comentado que nobeles como Ra- món y Cajal y Severo Ochoa no habrían podido estudiar Medicina con la actual selectividad porque su expediente de bachillerato no superaba el 8 de media. Con la nueva, no habría problema «porque se saldrían en las materias relacionadas con la carrera». «Hay que tratar de que no se pierda ni un solo cerebro», señalaron fuentes del Ministerio de Ciencia e Innovación.
CREATIVIDAD Y COMPRENSIÓN
Además de las pruebas específicas, el proyecto recoge otras reivindicaciones de los rectores, como que se valore más la capacidad de creatividad y comprensión de los alumnos que los conocimientos académicos en sí mismos. Y otra general, que los aspirantes muestren un dominio fluido del inglés. La nueva selectividad exigirá un examen oral de este idioma a partir de junio del 2012. Almunia explicó que el retraso de esta prueba se debe a que es necesario cambiar la actual metodología y aprendizaje del idioma en la ESO y el bachillerato, más centrados en la comprensión escrita y la lectura.