Del cachete al banquillo
Ya no hay vuelta atrás. Muchos padres se lo tienen que pensar dos veces antes de enmendar o corregir una conducta fuera de tono de sus hijos. Ni cachete, ni torta, ni azote, ni bofetada, ni coscorrón y, por supuesto, ni pensar en un zapatillazo en las nalgas. Ni porque se pierdan los…