Cabrera anuncia medidas contra los colegios concertados que no impartan Educación para la Ciudadanía
Si algún centro escolar se niega a cursarla podría perder las ayudas públicas. La asignatura comenzará a impartirse este curso en siete Comunidades Autónomas, Aragón entre ellas.
AGENCIAS. Madrid |
La ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, recordó a los colegios concertados que impartan este curso Educación para la Ciudadanía que deben respetar la Ley, ya que, de lo contrario, «se tomarán medidas». Cabrera salió así al paso de las últimas polémicas con respecto a la asignatura, con peticiones de desobediencia por parte de los obispos de Aragón y de algunas organizaciones conservadoras días antes del comienzo de la nueva materia en siete Comunidades Autónomas.
La titular de Educación no anduvo con titubeos y quiso zanjar el debate sobre la asignatura, que empezará a impartirse en 3º de la ESO en Asturias, Cantabria, Aragón, Cataluña, Andalucía, Extremadura y Navarra. «El principio de aceptación y respeto a la Ley es incuestionable», señaló la ministra, que añadió que en el caso de que algún colegio concertado se niegue a cursarla traería consigo efectos tan dañinos como «interrumpir la normalidad de la vida escolar».
Mercedes Cabrera dijo estar segura de que los colegios «van a actuar con absoluto respeto a la Ley», aunque non descartó la posibilidad de que, de no hacerlo, se les pueda retirar el concierto, lo que conllevaría la pérdida de ayudas públicas. La polémica se centra en aquellos colegios de ideario católico que se han mostrado reacios a impartir la materia. A éstos, la ministra les recordó que el sistema educativo español es «plural» y que cada centro puede elegir el libro de texto que más le convenga y decidir qué profesores imparten Educación para la Ciudadanía, eso sí, «dentro de lo que la Ley dice».
Estas declaraciones surgieron como respuesta a la propuesta de la patronal mayoritaria de los colegios concertados en España (Fere-Ceca), que ha modificado algunos puntos de la asignatura para acoplarlos a su ideario católico. La enseñanza de la Religión y «la vida de los santos» no es «contradictoria» con Educación para la Ciudadanía, señaló Cabrera, que trasladó a las administraciones autonómicas la capacidad de inspección para hacer respetar la legislación.
Materia europea
La ministra hizo estar declaraciones antes de inaugurar unas jornadas en el Parlamento sobre la materia, donde estuvieron presentes políticos, catedráticos de enseñanza, periodistas y sindicalistas. En su alocución posterior, Mercedes Cabrera recordó el carácter europeísta de la asignatura -se cursa como tal en trece países y en otros seis está contenida en otra materia- y los objetivos con los que nace: aprender a convivir en las aulas y como vía para la resolución pacífica de los conflictos a través de la tolerancia con el otro.
Una de sus compañeras de mesa, la catedrática de ética de la Autónoma de Barcelona, Victoria Camps, criticó el debate «ridículo y absurdo» que se ha generado y aseguró que el mínimo común ético de la materia es inculcar el «civismo» activo y responsable contra el hombre materialista que fomenta el sistema capitalista.
El presidente de la Fundación Encuentro, José María Martín Patino, opinó que tan sólo es una «minoría radical de la iglesia y de las organizaciones seglares» las que se oponen a la asignatura, y que el llamamiento a la desobediencia civil es «ajeno» a la historia de la Iglesia. Martín Patino encuadra esta polémica en una crítica más política que educativa. «Nunca ha habido un proceso de deslegitimación a un presidente del Gobierno como el actual», sentenció el sacerdote jesuita.
Ya, el problema es cuando incluso a los presidentes de cada comunidad autónoma, que tienen las competencias en educación, se mofan de la ministra y se declaran hasta partidarios de la objecíón. ¿Qué hara la pobre ministra, llorar de rabia? No es fácil.