Los padres reclaman consenso para cambiar los tiempos escolares
FAPAR pide que se tenga en cuenta a todas las partes implicadas y considera que el comedor es «un servicio público».
N. ASÍN. Zaragoza | HERALDO
Pasado el primer día de la temida huelga de monitoras de comedor, especialmente para los padres, la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (FAPAR) hace balance y éste es positivo. «Ninguna asociación de padres ha informado de algún problema. La incidencia del paro indefinido ha sido mínima y todos los niños han comido bien, salvo en algún colegio puntual», aseguró la presidenta de la asociación, Teresa Paniello. No obstante, ante las quejas de las monitoras por el futuro recorte del horario de comedor y por tanto de su salario, FAPAR apuesta por que los tiempos escolares -incuido el comedor que considera «tiempo educativo»- se debatan en los consejos escolares y se tomen acuerdos con el consenso de todas las partes implicadas.
Paniello considera que el servicio de comedor es «un servicio público igual que la educación». Pero exime al Gobierno de Aragón de tomar parte en esta cuestión y señala directamente a los consejos escolares de cada centro como los responsables de decidir el recorte de los tiempos educativos. Paniello, sin embargo, advierte de que no se puede crear una regla común para todos los centros.
Particularidades de cada centro
«No es lo mismo un colegio que tiene 50 niños que uno que tiene 500 y necesita tres turnos para dar de comer a todos los escolares. O un centro en el medio rural al que se llega en tres minutos que uno en la ciudad al que hay que acceder en autobús», comentó la presidenta de FAPAR. Pero para tomar una decisión, Teresa Paniello insiste en que hay que tener en cuenta a las monitoras y apostar por «una cultura de consenso». De hecho, indicó que «plantear por ley que sólo sean dos las horas de comedor no es lo más acertado».
Es más, Paniello opinó que la nueva ley aragonesa debe recoger una normativa que marque los horarios de los periodos de intersecciones y, por tanto, la jornada de las monitoras. «En el debate de esta ley se debe tener en cuenta a estas trabajadoras y buscar una política de consenso sin dejar a nadie fuera», subrayó.
Sin medidas
Respecto a la huelga, que podría desconvocarse hoy, la presidenta de FAPAR exigió además que se cumplan todos los servicios mínimos para que «las familias puedan conciliar su vida laboral» y porque «los niños tienen derecho a comer». Sin embargo, Teresa Paniello no quiso adelantar posibles medidas si el paro se prolonga. «Vamos a esperar. Estas cosas son muy dificiles de prever. No vamos a plantear nada hasta que veamos las consecuencias», aseguró. «Es una situación transitoria y, de momento, los servicios mínimos están funcionando bien».
Según datos de FAPAR, en Zaragoza trabajan más de 800 monitoras de comedor y el seguimiento de la huelga fue inferior al 10 %. El paro comenzó el 20 de septiembre aunque a medio gas. Sólo se prolongó tres días. Entonces, sólo el 6 % lo secundaron. Por eso, en esta ocasión, se votó el incumplimiento de los servicios mínimos aunque apenas se ha notado y más de 24.000 niños han podido comer sin problemas.