La jornada escolar: mejor, partida
El debate sobre la jornada partida o continua parece que no termina nunca, los padres no quieren la jornada continua, el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón no quiere la jornada continua en primaria, algunos profesores que valoran el proceso educativo y el papel de los tiempos escolares tampoco la quieren, por contra otros profesores, lo cierto que cada vez menos, insisten en las bondades del sistema de jornada continua, las madres que trabajan no quieren ni oír hablar de la jornada continua, en definitiva un debate abierto como se demuestra en los múltiples comentarios que ha suscitado la contestación a la Carta publicada en Heraldo de Aragón. 12-06-09., y que retomamos de nuevo en portada.
Tira de Cebrián
Carta publicada en Heraldo de Aragón. 17-06-09
En respuesta a la carta publicada recientemente en este periódico (Heraldo de Aragón, 12 de Junio) y en la que se hace alusión a FAPAR, manifestamos lo siguiente.
La jornada escolar partida es defendida por la inmensa mayoría de familias, no sólo de la escuela pública sino también de la concertada y no sólo en Aragón, sino en el resto del territorio, especialmente en aquellas zonas donde se ha implantado la jornada continuada, que ha supuesto una pérdida de servicios educativos importantes, como los comedores y las actividades extraescolares, así como una merma importante en la participación de las familias en los centros sin que además se mejoren los resultados académicos del alumnado.
Desde FAPAR queremos recordar una vez más, que no nos extraña que surjan voces que aboguen por este modelo de jornada, sobre todo en estas fechas. Sin embargo no debemos olvidar que el centro de atención debe ser el alumno y no los intereses del profesorado que cuando accede a su puesto de trabajo, conoce las condiciones laborales del mismo; tampoco podemos perder de vista que debe velarse por el interés del conjunto de las familias, no únicamente por el de aquellas que disponen, afortunadamente, de una jornada laboral exclusiva de mañana, como no debemos olvidar la dispersión geográfica de nuestras escuelas y que la escuela debe compensar desigualdades, no generarlas. Queremos recordar que este tema se ha debatido ampliamente en foros generados desde el Departamento de Educación y en el Consejo Escolar de Aragón, que hace 5 años desarrolló unas jornadas de reflexión en las que participaron todos los sectores de la comunidad educativa y en cuyas conclusiones no se pudo determinar que hubiera razones pedagógicas ni de otra índole, suficientes, para modificar la jornada partida.
A doña Ana Abán Aparicio, presidenta de FAPAR
Leo en El Periódico de Aragón del día 19 de junio sus opiniones sobre la jornada escolar y, como suele ser frecuente desde esa Federación, se hacen insinuaciones sobre los maestros impropias de una presidenta de una organización como la que preside. Además, para apoyar sus argumentos hace afirmaciones que no se sustentan en datos y, en algunos casos, son falsas. Por ello permítame que le haga algunas matizaciones que espero le merezcan alguna reflexión.
1.- Usted pretende imponer su modelo. Los defensores de la jornada continuada, que no son sólo los profesores, defienden que se respete la posición de cada Comunidad Educativa.
2.- Afirma usted que la jornada continuada supone una pérdida de servicios educativos como el comedor escolar o las actividades extraescolares. La jornada continuada de junio y de septiembre desmiente claramente su afirmación.
3.- Afirma usted que no le extraña que surja el debate en estas fechas insinuando que son los profesores los que lo lanzan, mirando solamente sus intereses e ignorando los intereses del alumnado. Pues bien, yo conozco varias comunidades educativas que han abordado el tema y se han inclinado mayoritariamente por la jornada continuada. ¿A quién se dañaría respetando su posición? ¿Insinúa usted que en las provincias donde se ha optado por la jornada continua –alguna vecina a la nuestra- no se tiene en cuenta a los niños?
4.- ¿Usted cree que el actual horario propicia la conciliación familiar? ¿Usted cree que hay muchas familias cuyos trabajos les permite recoger a los niños a las doce del mediodía? ¿Usted sabe que el actual horario lo que propicia es que cada vez sea mayor el número de niños que hacen uso del servicio de comedor con jornadas de ocho y nueve horas? ¿Usted cree que esa jornada es adecuada para niños de tres, seis o diez años?
5.- Claro que los profesores conocen las condiciones de trabajo cuando acceden. Pero, afortunadamente, ese profesorado del que usted desconfía, no se ancla en posiciones cerradas sino que hace propuestas, intenta avanzar y por eso, hace aportaciones, hace sugerencias y pide respeto, no intenta imponerlas como hace usted. Por cierto, el profesorado, ese que según sus insinuaciones vela solo por sus intereses, “regala” miles de horas cada año en formación; muchos de esos profesores se van con sus alumnos una semana a las aulas de la naturaleza; a muchos de esos profesores les duele que desde esa presidencia y ya desde hace tiempo se hagan insinuaciones como las que usted hace (aún recuerdo las palabras de su antecesora respecto al cambio de las vacaciones de Semana Santa).
6.- Menos mal que en los colegios los padres y madres muestran más respeto y consideración hacia los maestros de sus hijos y usted tiene la obligación de contribuir a ello. Para poner al niño “en el centro de atención”, como usted dice.
La verdad es que en nuestro colegio las actividades extraescolares casi han desaparecido con la implantación de la jornada continua el curso pasado: la oferta en septiembre era escasa y las actividades poco interesantes, así que no se apuntaron muchos niños, a mitad de curso ya casi habían desaparecido por completo y el centro estaba cerrado tres tardes por semana.
Muchas familias de nuestro centro no pueden conciliar la vida familiar y laboral, porque la mayoría de ellas trabaja por la tarde. Los únicos que lo consiguen son las madres que trabajan a media jornada y los docentes que tienen la jornada continua.
En la carta de FAPAR publicada en El Heraldo de Aragón el 17 de junio observo las siguientes cuestiones:
– es una carta educada, correcta y en absoluto ofensiva contra nadie
– el comentario alusivo a los intereses del profesorado es muy respetuoso (no podía ser de otra manera) y se entiende que el profesorado tiene legítimo derecho a reivindicar mejoras laborales, pero que éstas no pueden estar nunca por encima de los intereses y las necesidades de formación de los chicos y chicas.
– las ideas y opiniones transmitidas en esta carta son el reflejo del sentir y la reflexión colectiva de muchas familias, por lo que creo se debería respetar y no menospreciar como se hace en la respuesta a la misma publicada días después.
– Me parece lamentable que la respuesta a la mencionada carta se haga en términos personales y con un ataque injustificado a la presidenta de FAPAR. No alcanzo a ver de dónde sale la idea de que esta Federación o su presidenta intentan imponer nada a nadie (esto denota un desconocimiento absoluto de FAPAR, que le recomiendo subsane a la mayor brevedad posible).
– También sería recomendable que la persona que responde a esta carta, consultase con las Federaciones de Padres y Madres de otras Comunidades que han implantado el modelo de jornada comprimida para que tuviera una visión de las familias que ya la sufren y poder hablar con argumentos concretos respecto a la pérdida o no de servicios. Si bien es verdad, que no se ha producido ningún cataclismo aparentemente y que las familias nos hemos adaptamos a casi todo y desde luego, tambén lo han hecho las de estas Comunidades, aunque haya sido a un coste elevado.
– Finalmente, sólo espero que si la persona que ha respondido a esta carta es docente, ejerza su trabajo con más respeto del que ha manifestado en estas líneas.
Supongo que quien responde a la carta de FAPAR es un maestro de los que quieren trabajar sólo por la mañana, pero pierde la razón que le podría asistir al manifestarse en los términos que lo ha hecho. Más respeto, por favor
1) La jornada continuada de junio y septiembre no demuestra nada: IMPONE dar las clases con ese horario.
2)En el medio rural, sino se llega a un número determinado de alumnos, cierran los comedores, sin importar que el niño haya salido a las 8 de la mañana en el autobús y llegue pasadas las 14 horas a casa a comer, pero claro, un profesor no puede dar clase por la tarde pero un niño de 6 años ¿a quién le importa el tiempo que esté sin comer?
3) Si se cambian los horarios en otras provincias, tal vez haya que mirar todo el sistema educativo de las mismas provincias. Y Pregunto: ¿De verdad se tuvo en cuenta y se hizo referendum con todas las familias antes de hacer el cambio de horario?
4)Si no hay muchas familias que puedan recoger a los alumnos a las doce del mediodía, por suerte sí hay bastantes centros que cuentan con comedor para poder cubrir ese horario, permitiendo que los dos progenitores trabajen y aporten algo a la bolsa de casa, tan precaria en estos tiempos. Gracias por desear que uno de los dos deje de trabajar o tengan que pagar un canguro para cuidar alos hijos hasta su regreso. Por cierto, no se trabaja por vicio, sino por necesidad.
5) ¿Por qué esas propuestas del profesorado sólo van en beneficio de dicho colectivo? Y en cuanto a las horas gratis, algunos trabajamos 12 horas diarias por un módico precio, tenemos con suerte 30 días de vacaciones, no disponemos de puentes ni de festivos extraños a lo largo del curso, casualmente coincidentes en viernes o lunes, no acabamos de trabajar en junio y volvemos en septiembre, no tenemos 15 días en navidad, ni 8 en semana santa, ni podemos ir a esas aulas de la naturaleza, que si no tengo mal entendido, se cobra por ello, aparte de que esos días no da clases al resto de alumnos que no van a dichas aulas y no se me olvide, una vez terminada nuestra jornada e 12 horas, también nos preparamos con dinero de nuestro bolsillo buscando aumentar nuestra formación, ni nos anclamos en que tenemos el sitio fijo para dar una vuelta de tuerca más dirigida sólo alos intereses de los profesores.
Por último manifestar mi apoyo a esta Asociación de Madres y Padres de Alumnos que vela por que no se machaque más a los alumnos y alos padres, en aras del mejor resultado de los alumnos. Por favor, quédense a vivir en el medio rural, desplácense con los niños en el autobús y sepan de cerca como es la vida en el medio rural.
A mi me parece una atrocidad lo de la jornada continua, yo a mi hijo lo he tenido que cambiar a un cole concertado pq en el publico lo implantan al proximo curso y es un barbaridad para los niños.